1. De pie, con los pies separados, las manos apoyadas contra los muslos; eleva los brazos hacia arriba y hacia delante, inhalando lenta y profundamente hasta que los brazos estén encima de la cabeza, conten la respiración y cuenta hasta tres; luego baja los brazos mientras exhalas el aire lentamente. Descansa y repite cinco veces la primera semana, subiendo hasta diez en las siguientes.
2. De pie, con los pies juntos y las manos apoyadas contra los muslos; eleva los brazos lateralmente y hacia arriba, respirando como en el ejercicio anterior; conten la respiración, cuenta hasta tres, y luego bájalos mientras exhalas. Repite cinco veces la primera semana y sube luego a diez.
3.De pie, con los pies juntos y las manos apoyadas contra los muslos; eleva la rodilla derecha, atrayéndola con ambos brazos hacia el pecho; inhala mientras lo haces; déjala caer de inmediato, al tiempo que exhalas el aire. Realiza luego el ejercicio con la otra pierna. Repite cinco veces con cada pierna.
4. Las manos apoyadas en las caderas, los pies separados. Inhala profundamente, metiendo el estómago en dirección a la columna vertebral; conten la respiración, cuenta hasta cinco, y vete relajando lentamente el estómago al tiempo que exhalas. Repite cinco veces.
5. Las manos apoyadas en las caderas, los pies separados. Inhala y, cuando estés listo para exhalar el aire, mete el estómago hacia dentro (como en el ejercicio anterior) y manténlo en esa posición mientras exhalas lentamente el aire. Es un ejercicio algo más difícil que los anteriores; pero, con la práctica, llegarás a dominarlo.
6. Las manos apoyadas en las caderas, los pies separados. Gira hacia la izquierda, balanceando todo el tronco, al tiempo que inhalas; conten la respiración mientras cuentas hasta cinco y luego vuelve a la posición inicial al tiempo que exhalas el aire. Repite con el otro lado del cuerpo. Efectúa varias repeticiones.
7. Este ejercicio puede realizarse en la postura que prefieras. Inhala profundamente y expulsa luego el aire contando 1,2,3,4, 5, 6, etc., hasta que se acabe completamente. Si estás sano, deberías ser capaz de llegar hasta cincuenta.
8. Se trata del mismo ejercicio anterior, pero contando no sólo durante la exhalación, sino también durante la inhalación. Realiza los ejercicios en una atmósfera limpia y ventilada, pero no abras la ventana del todo cuando haya una espesa nieble o «puré de guisantes», o en medio de un denso humo industrial. Dependiendo de la temperatura, podrás efectuar los ejercicios completamente desnudo, o con una vestimenta ligera que permita el contacto de tu piel con el aire.
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