Esencial para la vitalidad del sistema nervioso y un funcionamiento sano de los pulmones; en los casos de tuberculosis suele brillar por su ausencia. Las almendras, el pescado, los cacahuetes (y la crema de cacahuetes), los productos derivados de la soja, las avellanas y el germen de trigo son todos muy ricos en suministros equilibrados de fósforo. No resulta aconsejable tomarlo en forma de preparados farmacéuticos, pues los excesos de fósforo suelen ser tóxicos. Si incrementas deliberadamente la cantidad de fósforo ingerida, ten cuidado de aumentar también la de miel.
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